Con un barril de petróleo en horas bajas, Rusia se encuentra en una situación sumamente incómoda; pero no por ello se le puede subestimar, mas bien al contrario.

De manera silente y opacado por los actos de barbarie del Estado Islámico (EI), Vladimir Putin ha seguido machacando a Ucrania. Eso sí, de una manera sagaz, sin hacer enojar a la Unión Europea que se sigue creyendo sus propias mentiras, prometiendo al gobierno de Kiev que no se arredre, en un acto de mitomanía… Lo cierto es que Rusia controla una parte no menor de Ucrania. El ansiado Mar de Azor, que es el primer vaso comunicante con el Mar Negro, es ya ruso “de facto”. Crimea, con el puerto de Sebastopol y su potente armada rusa, también es controlada por Putin. Lo mismo que el Trasniester hasta Moldavia. No olvidemos del carbón que siempre ha habido en esa parte del Este ucraniano… La decadente Unión Europea y sus mentiras le dan palmadas a la espalda a Ucrania mientras el Viejo Continente sigue recibiendo el ansiado gas. Y entonces, aprovechando que todos están contentos, el Kremlin lanza su ofensiva machacona al Este de Ucrania convirtiéndolo en un gran baño de sangre… Turquía ve con recelo a una OTAN a la que hoy todavía pertenece y con muy buenos ojos a Putin. Y Turquía es la clave de muchas llaves de la geopolítica mundial. Sin darnos cuenta estamos asistiendo a un juego de actores en la que todos quieren ser protagonistas, empezando por la propia Turquía y si acercamiento al islamismo más radical…

PERIÓDICO: El Universal

SECCIÓN: Cartera

FECHA: 8 de Febrero 2015

AUTOR: Alberto Peláez

LINK: http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2015/02/74719.php