Pese a la corrupción y la inseguridad, el sector energético mexicano es atractivo para empresas nacionales y extranjeras, dice Ricardo Ortega, director de Oil Gas & Alliance.
El sector energético de México ofrecerá este año grandes oportunidades de negocios tanto para empresas nacionales como internacionales tras consolidarse en 2017 el proceso de la reforma energética.
“El atractivo del sector energético del país se ha puesto de manifiesto con el volumen de las inversiones extranjeras y la constatación de que la inseguridad o la corrupción no mitigan el desarrollo de negocios”, dijo Ricardo Ortega, director general de Oil & Gas Alliance.
Como principal asociación de empresas mexicanas e internacionales del sector energético, el director general de Oil & Gas Alliance sostiene que el sector energético es uno de los principales motores del desarrollo económico y de modernización del país.
México no presenta ningún bloqueo político, ni problemas geofísicos para poder operar plenamente los negocios del sector energético en un año marcado por las elecciones presidenciales y la incertidumbre de la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, agregó.
Ortega explicó que Oil & Gas Alliance se fundó en 2013 para facilitar las oportunidades de negocio con el objeto que empresas extranjeras y nacionales puedan acceder a su cartera de proveedores.
“La misión de Oil & Gas Alliance es conectar a las empresas y nuestro trabajo tiene que ver con entender a las empresas. identificar qué pueden ofrecer a los desarrolladores en México y en qué proyecto pueden participar”, señaló.
Destacó que dicho grupo de negocios tuvo en el 2017 mesas de negocios con inversionistas de Alemania, Argentina y China para dar a conocer las oportunidades de negocio en México, como los procesos de licitación de los contratos de la Ronda 2.4 que ofrecerá 29 áreas de explotación y producción en tres grandes zonas de aguas someras y profundas del Golfo de México.
“Iniciamos este año con la firma de un convenio de colaboración con la embajada de Arabia Saudi”, que se realizará el próximo 16 de enero, en consonancia con los acuerdos ya suscritos con países como China, India y Argentina.
Ortega hizo un balance de los avances que ha tenido el sector energético desde la aprobación de la reforma energética en 2013, la cual considera se implementó de forma récord, lo que ha permitido que el “balón esté en la cancha” para la generación de negocios.
“Sí hay una apertura clara en el sector ya que el proceso de contrato y licitación es muy claro y una vez que una compañía gana un contrato, inicia un plan de trabajo a largo plazo”, señaló.
Respecto al proceso electoral que vive México, Ortega aclaró que Oil & Gas Alliance no tiene un candidato por lo que se sumará al plan de trabajo de quien sea electo por la “mayoría” de los ciudadanos mexicanos.
“México tiene sus procesos de democracia muy claros y la mayoría va a determinar al candidato ganador”, y descartó que el triunfo de un determinado candidato vaya a frenar el avance de la reforma energética o la ejecución de los contratos ya suscritos.
“La Ronda 2.4 que se realizará el 31 de enero de aguas profundas representa un área muy importante del Plegado Perdido, cordilleras mexicanas y de la Cuenca Salinas y es muy robusta para echarlo atrás”, precisó.
Ricardo Ortega aseguró, en concreto, que su grupo de negocios no tiene un temor de que triunfe Andrés Manuel López Obrador, el principal candidato de la izquierda mexicana, ya que el proceso de la reforma energética es irreversible.
“Los estados de Tabasco y Veracruz tienen una gran necesidad de desarrollar las zonas petroleras y eso va más allá del tema político, por lo que la preocupación más importante de Oil & Gas Alliance es, por ejemplo, ofrecer negocios en dichos estados”, comentó.
El directivo señaló que en cuanto al tema de seguridad siempre recomiendan a sus socios integrar un análisis de seguridad para certificar que el desarrollo de las inversiones sea seguro.
Sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Ortega subrayó los inconvenientes y la pérdida de oportunidades que supondría una marcha atrás para las empresas estadounidenses productores de gas y gasolinas que pretenden ampliar sus negocios a México.
Fuente: Expansión