Al cierre del 2018, el gobierno federal registró una recaudación de 187,666 millones de pesos por concepto de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que se cobra en la gasolina y diesel, esto es 17% más, en términos reales, que lo registrado en el 2017.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la cifra es menor en 70,967.6 millones de pesos a los 258,633.6 millones de pesos que se esperaban obtener. Así por segundo año consecutivo se recaudó menos por este gravamen, en medio del estímulo fiscal destinado para suavizar el precio de las gasolinas.
En el 2015, el ingreso por el cobro de impuestos a los combustibles sumó 251,730 millones de pesos; mientras que en el 2016 ascendió a 308,420 millones de pesos y en el 2017 la recaudación por este rubro se redujo para sumar 227,106 millones de pesos, en este año se destinaron 67,933 millones de pesos, a suavizar el alza abrupta de los precios de la gasolina.
Desde el 2015, el gobierno decidió establecer diversas medidas para liberar los precios de la gasolina. Ante la elevada volatilidad en los precios internacionales del petróleo y el tipo de cambio el gobierno se vio orillado a establecer un estímulo fiscal, el cual consistía en reducir o subir el IEPS de combustibles para mitigarla.
PRECIOS, CON BASE EN INFLACIÓN
Con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se decidió no utilizar el estímulo fiscal, con lo que los consumidores están pagando el IEPS completo que se cobra por cada litro de Magna, Premium y Diesel.
Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, ha indicado en diversas ocasiones que los precios de los combustibles se manejarán conforme a la inflación, es decir, no subirán ni bajarán más de 3.4%, tal como se estimó en el Paquete Económico del 2019.
“Si se tiene un precio de 19.99 pesos el litro, el precio sólo puede subir 3.4%; entonces estamos hablando de que el precio al final del año probablemente sería de alrededor de 20.66 pesos o menos, es decir, es nada más un techo”, dijo en su momento.
FAVORECE REDUCCIÓN DEL PRECIO DE PETRÓLEO Y TIPO DE CAMBIO
Expertos consideran que el actual gobierno decidió no utilizar el estímulo fiscal, debido a que ha tenido un contexto favorable en el que los precios internacionales del petróleo se han reducido al igual que el tipo de cambio, lo que le da margen de maniobra.
“La reducción en los precios del petróleo favoreció a que la importación de gasolina se abaratara. Hace cuatro meses el galón de gasolina estaba en 2 dólares y ahorita está en 1.57 dólares”, explicó Raymundo Tenorio, economista del Tecnológico de Monterrey.
De acuerdo con información de la Secretaría de Energía, el precio promedio de la mezcla mexicana en el 2017 fue de 53.90 dólares el barril de petróleo y en el 2018 se ubicó en 49.86 dólares el barril.
En cuanto al tipo de cambio, si bien registró días negros en los que superó los 20 pesos el dólar, cerró el 2018 con un promedio de 19.24 pesos el dólar.
Tenorio aclaró que, si bien el precio de la gasolina importada se ha reducido, ello no se ha reflejado en los precios del mercado mexicano, “quizá se ha reducido en 0.1 o 0.2 centavos, pero no ha bajado en la misma proporción a lo que se observa en el mercado internacional”.
SE PODRÍA RECUPERAR
Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP), comentó que la recaudación del IEPS a combustibles podría mejorar en el 2019, pues ante las previsiones de que los precios del petróleo ya no suban tanto, el gobierno podrá seguir cobrando este impuesto completo.
Para este año, el gobierno federal contempla que los ingresos por IEPS a gasolina y diesel sumen 269,300.5, lo que implicaría un aumento de 43.5%, respecto a lo que recaudó en el 2018, aunque lejos del máximo del 2016.
Villarreal advirtió que, en caso de que se tuvieran aumentos importantes en el precio del petróleo, y para cumplir su promesa de que no habrá incrementos abruptos en los precios de la gasolina, el gobierno podría recurrir a utilizar el estímulo fiscal, es decir, reducir el IEPS que se cobra.
“Si los precios llegaran a subir un poco, todavía hay margen para que no se incurra en el estímulo fiscal”, acotó el director del CIEP.
Tenorio concluyó: “me parece que hay un colchoncito para no caer en la tentación del subsidio del IEPS (…) pero, si aumentan los precios internacionales de la gasolina, y si quieren cumplir su promesa de no incrementar más allá de la inflación, entonces, sí van a tener que subsidiar vía IEPS”.
A pesar del descenso que ha registrado la recaudación por IEPS a gasolinas y diesel, este gravamén respresenta más de 50% de lo que el gobierno obtiene por concepto de IEPS, aunque en el 2016 la proporción llegó a ser de casi 70 por ciento.
Fuente: EL ECONOMISTA 6 de febrero de 2019