Mientras que el gasto de la petrolera se contrae, el de la eléctrica se perfila para cerrar el sexenio con un aumento nominal de 44%.

El país ha sentado las bases para una participación eficaz de las empresas privadas en el sector petrolero, abriendo espacios para nuevas empresas independientes, afirma el ejecutivo venezolano.

“Éste es el momento de apostar por México. Es un país de bajo riesgo y de gran potencial”, dice Iván Sandrea, presidente de Sierra Oil and Gas, “no es que ignore los factores de riesgo, como la política, la inseguridad o la corrupción (…) Los tengo en cuenta, pero los pongo en la balanza frente a los factores positivos y éstos son mucho más. Esto es especialmente cierto para quienes tenemos una apuesta de largo plazo por este país”.

La apuesta de Sierra por México excluye la exploración de oportunidades en otros países, “veo tantas cosas por hacer acá que me sorprende que haya empresarios mexicanos buscando proyectos de energía en otros lados. México tiene ventajas frente a cualquier país, quizá con la excepción de Estados Unidos, pero allá son otras circunstancias y otra escala de costos”.

Iván Sandrea es uno de los empresarios de referencia en la industria energética mexicana. Nació en Venezuela, estudió Geología y trabajó para algunas de las mayores multinacionales petroleras, como Statoil y British Petroleum. Conoció México como ejecutivo y decidió apostar por crear su propia empresa, “me entusiasmó la reforma energética, desde que era un proyecto. Quise participar en ella, pero como empresario, asumir riesgos y con el compromiso de fundar una empresa ejemplar”.

Fundó Sierra Oil and Gas en el 2014. En un primer momento, esta firma fue una historia de éxito en la captación de recursos. Levantó más de 1,000 millones de dólares de capital y se convirtió en un protagonista en las rondas de licitaciones de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Se adjudicó los primeros dos campos en julio del 2015 y hace poco anunció que, en uno de esos dos campos, Zama, se encontraba uno de los mayores yacimientos descubiertos en México.

“Los buenos resultados tienen mucho que ver con que Sierra es una empresa petrolera independiente. A nivel mundial, este tipo de empresas están teniendo un papel crucial en el desarrollo de nuevos mercados”, explica Sandrea. Cita un estudio de Ernst & Young que dice que, en el mundo, son independientes las 10 empresas de petróleo y gas con menores costos de descubrimiento y desarrollo de nuevos campos. “Eso es algo que ha hecho bien México. Más allá de la diversidad de los participantes en las licitaciones, 96% de los contratos han sido entregados a empresas independientes, como Sierra. Las independientes serán uno de los agentes más dinámicos de la industria en los próximos años”.

El gobierno mexicano ha trabajado bien en la instrumentación de la reforma, dice el ejecutivo venezolano, “lo más importante es que ha puesto el piso parejo y ha hecho procesos transparentes. Ha dejado claro a las empresas que se puede ganar una licitación haciendo las cosas correctas y jugando limpio (…) No todo es perfecto, podría ser un poco más rápido en los tiempos de gestión de los permisos”.

Sierra Oil and Gas no se quedará en las tareas de exploración y explotación. Tiene un gran interés en el desarrollo de infraestructura de almacenamiento y distribución. En consorcio con TransCanada y TMM, trabaja en la construcción de un poliducto de 265 kilómetros que irá de Tuxpan, Veracruz, a Tula, Hidalgo. El proyecto incluye dos terminales de almacenamiento y la perspectiva de abastecer al Valle de México, “hay muchas oportunidades en el llamado midstream. No hay suficientes ductos y terminales de almacenamiento para un mercado como el mexicano”.

El nombre de Sierra Oil & Gas aparece siempre en asociación o consorcio con otras empresas. Por la estructura de capital, están gigantes como Riverstone, BlackRock y EnCap. En la exploración de Zama están la estadounidense Talos y la británica Premier. Se asoció para licitar en algunas rondas con Carso Oil and Gas y, en almacenamiento con TransCanada y TMM, “asociarse es una manera de sumar fortalezas. Nuestros recursos son importantes, pero son finitos, ascienden a más de 1,000 millones de dólares. En esta industria, no es tanto dinero. Tener un buen socio es multiplicar tus activos”.

Información, clave

“Al empresario petrolero lo define la actitud frente al riesgo”

“Me siento honrado con que me consideren un empresario insignia en la naciente industria energética mexicana”, dice Iván Sandrea. “No es una casualidad que yo sea extranjero. Ocurre con frecuencia, en todos los países donde hay procesos de apertura de un nuevo sector”.

Los extranjeros sólo se “apoderan” de un sector cuando los empresarios locales no se avientan con fuerza, explica Sandrea. Este empresario es apasionado de la historia y ya trabaja con expertos en un libro sobre la historia de la industria petrolera mexicana. Pone énfasis en el riesgo: “En el fondo, el gran tema es la actitud frente al riesgo. La exploración y explotación tiene grandes márgenes de utilidad, pero también muchos riesgos. No todos se sienten cómodos con eso”.

Por el momento, el sector petrolero mexicano está compuesto por 63 empresas, 30 de las cuales son mexicanas.

“Entre 5 y 10 están haciendo las cosas muy bien, pensando en grande y a largo plazo”, asegura el presidente de Sierra Oil and Gas, “hacer las cosas bien implica muchas cosas: contratar gente de primera y tener un gobierno corporativo que tenga una posición clara en temas como transparencia, rechazo a la corrupción y responsabilidad frente a los accionistas y la sociedad”.

Un factor clave es la calidad de la información, “una gran empresa debe invertir fuerte en data. Tener información de mucha calidad y capacidad para interpretarla. Ahí cuenta la gente. Nosotros tenemos un equipo compacto. Menos de 40 personas, está una persona con más de 80 años de edad, que trabajó toda la vida en Pemex y también tenemos jóvenes muy talentosos. El año próximo creceremos y nos cambiaremos de oficinas porque ya no cabremos”.

Fuente: El Economista